> Miguel Garví, escritor: LA CONCIENCIA SOCIAL

viernes, 20 de septiembre de 2013

LA CONCIENCIA SOCIAL

Esta sección la quiero dedicar a publicar artículos relacionados con la vida diaria de la sociedad, y en particular con la de Albacete, mostrando todos aquellos hechos y situaciones que merezcan la pena comentar y sobre todo colgarles el rótulo de LA BUENA O MALA CONCIENCIA SOCIAL.


LA CONCIENCIA SOCIAL Y LOS OLMOS CENTENARIOS

En esta ocasión el título honorífico de LA BUENA O MALA CONCIENCIA SOCIAL, se la concederemos al Sr. Concejal de Medio Ambiente del Excmo. Ayuntamiento de Albacete, que cada lector juzgue lo que considere oportuno.
Los olmos centenarios se encuentran plantados, o mejor dicho, abandonados en el nuevo barrio de los silos del trigo, antiguos almacenes del SENPA. Este barrio proviene del antiguo barrio de la Industria, zona donde se ubicaban, además de estos silos, diversas industrias, como los depósitos de la CAMPSA, solar donde hoy están las piscinas del Parque Lineal y como edificio emblemático, la antigua fábrica de harinas, hoy en día sede de la Delegación de Hacienda de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. A lo largo de todo este sector, había una serie de olmos centenarios, abocados, sin duda, a su desaparición. Fue en el año 2006 cuando el grupo Ecologistas en Acción, plantó cara al Ayuntamiento en defensa de estos árboles. Ello obligó al Ayuntamiento a modificar los planes urbanísticos de este sector, para salvar de una muerte segura a estos olmos. No obstante, antes de que el Ayuntamiento reaccionara, una conocida empresa de ámbito nacional, cuyo nombre no voy a mencionar para no hacerle publicidad, se llevó por delante 16 de estos árboles. Tras diversos expedientes por parte del Consistorio, se le sancionó con la módica cifra de 155.000 €, según datos de este Grupo ecologista. Barata resultó esta tropelía. Pero la mayoría fueron salvados hasta hoy.


Cualquier ciudad, estaría encantada y orgullosa de tener en su término municipal una o varias de estas joyas. Serían cuidadas y tratadas con mimo. Pero Albacete no es una ciudad cualquiera, aquí impera más la vorágine urbanística que otra cosa. Basta hacer un poco de memoria para recordar que uno tras otro han ido cayendo, víctimas de la piqueta, todos los edificios antiguos, la honrosa excepción la forman un puñado de edificios en la zona centro, que de momento se han salvado.
He podido visitar algunas ciudades, tanto de España, como del extranjero, que poseen algún ejemplar de árboles centenarios, los cuales se encuentran perfectamente diferenciados del urbanismo circundante, rodeados de una vallas y cuidados y mimados al extremo.




Aquí, algunos, como decía, han sido integrados en algún paseo de este barrio, como muestra la fotografía, pero otros, y entre ellos el más grande, el más frondoso, se encuentra en un solar sin vallar, rodeado de basura y escombros, dejado de la manos de Dios, como se suele decir. No recibe ningún tipo de cuidado y solo se mantiene con vida gracias a la escasa lluvia que cae sobre Albacete.


En la foto se aprecia como sus ramas, cuan brazos cansados, apoyan sobre el suelo y se han desgajado en parte, viéndose claramente, como sus hojas de han secado. Produce una lástima inmensa verlo allí, solo, sin que nadie le preste la menor atención.
Quiero, con este humilde artículo, llamar a la atención del Ayuntamiento, asociaciones ecologistas y pueblo en general, para salvar de una muerte segura a estos árboles y en concreto a este magnífico ejemplar. Lamentaríamos mucho que esta situación se prolongase en el tiempo y al final, pues eso, "muerto el perro se acabó la rabia". Una vez seco, pues... se corta y todo solucionado. Ya nadie se tendrá que preocupar en dar forma a ese solar para alojarlo y darle el sitio de preferencia que se merece y del que todos sin excepción disfrutaríamos.








2 comentarios:

  1. Es increíble cómo pueden, aquellos que con sus palabras pretenden ser llamados eruditos, tergiversar una y otra vez una historia que no es tal. Esos Olmos, de los cuales nadie se ha acordado en los últimos lustros, no corren ahora más peligro del que corrían hace cuatro días, víctimas de la total indiferencia no sólo de la administración pública, sino del pueblo en general.
    La vorágine urbanística, la salvaje especulación de la cual usted y otros estudioso (aunque en este caso, no estudiados) hablan, la componen casi 100 familias que, con toda ilusión y alejados de las artimañas urbanísticas de las que se le acusan, han invertido sus ahorros en conseguir una añorada vivienda. Y, aunque les pueda parecer sorprendente, en el camino no han olvidado lo que significa tener esos magníficos ejemplares cerca de su vivienda. Hasta 1.500 metros cuadrados de zonas comunes, jardines y garajes, han sacrificado en su empeño por mantener ese impresionante Olmo que a todos, y en especial a ellos, tanto les importa. Un sacrificio cuya repercusión económica para estas familias no es nada desdeñable. Y por esa razón, aún con la conciencia tranquila, sufren al escuchar que una y otra vez se les acusa de algo de lo que no sólo no son culpables, sino que han defendido con un sacrificio mucho mayor del que supone "compartir un artículo en las redes sociales".
    Mención aparte supone el hecho de que, además, en la mayoría de los casos los autores de los relatos tergiversan la historia, no sólo omitiendo el hecho de que se ha procurado alejar el vallado de todos los Olmos a una distancia más que prudente, sino que además los relatos son ilustrados con fotografías de ejemplares que quedan fuera de la zona de actuación de las obras. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

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  2. Excelente artículo... aunque nadie se haya molestado en preguntar a "la otra parte".
    Periodismo de opinión, o pseudoperiodismo, como quiera usted.

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