> Miguel Garví, escritor: septiembre 2020

martes, 15 de septiembre de 2020

SALVAR A CHINCHILLA

 Quiero zanjar el asunto de la publicación de este artículo. No estaba en mi ánimo buscar polémica y mucho menos pretender hacer daño a nadie.



No soy consciente de haber insultado y sí, por el contrario, los he recibo de alguna persona que ha "leído" este artículo. No voy a entrar al "trapo" de la discusión y al desprecio, si esa es su forma de convencer, pues me parece bien, pero en mí no encontraran a un adversario de su altura de miras. 

Sí, por el contrario, voy a contestar a una persona, Satur Manzano López, y que me acusa de no documentarme en la escritura de este artículo. Menos mal, Satur, que existen las fototecas y puedo demostrar que en la plaza existió una fuente, ¿La misma que está en un rincón? No lo sé y por eso no lo afirmo.

Respecto a los comentarios que se han vertido diciendo que yo quiero imponer que no se circule por todo el pueblo, no son míos o existe una mala comprensión lectora. Dije y lo repito, que se debería buscar rutas alternativas para desviar el tráfico que pasa por la plaza y prohibir el estacionamiento en ella.

Muchas ciudades que tienen caso histórico o antiguo, han restringido la circulación a los residentes y vehículos de reparto, estos en un horario establecido. 

No alargo más el artículo y solo dar las gracias a todos aquellos que lo habéis leído con educación y respeto, tal y como yo lo he escrito, aunque no estéis de acuerdo conmigo.


 


sábado, 12 de septiembre de 2020

SALVAR A CHINCHILLA

 Hoy, como muchos otros días, he estado en Chinchilla. Esta ciudad, porque lo es, tiene un encanto especial. Los que la conocéis, pero sobre todo para los que no la conocéis, decíos, que tiene algo que cambia en función de la hora que los dejéis "caer" por sus calles, su plaza monumental, sus rincones, sus iglesias... callejear es empaparse de historia, hasta incluso de misterio. Cualquiera se puede imaginar que al doblar una esquina te puedes encontrar con un moro o un cristiano, con un soldado al servicio del Marqués de Villena, dueño que lo fue de su castillo.

Uno de los maravillosos rincones de Chinchilla
Un rincón de Chinchilla

Pero la realidad es otra y cuando vuelves una esquina con lo que te encuentras es con un coche, una moto... Hay un tráfico desproporcionado para este tipo de pueblos, para ese mismo número de habitantes. No soy un experto, pero creo que no se está haciendo lo necesario para evitar tanto tráfico rodado, para dejar a los peatones que caminen libremente por sus calles, calles que como es lógico en una ciudad de origen medieval, no disponen de acerado. Son calles estrechas, como corresponde a este tipo de ciudad.


Chinchilla tiene muchos encantos, pero su plaza monumental es una maravilla y lo sería más si no estuviese abarrotada de coches. Hubo una época en que estuvo prohibido  estacionar en ella y ganó muchos enteros. También, y hace más años de eso, dispuso de una fuente en el centro de la plaza. Una fuente ornamental y que daba servicio de agua potable a la población, pero algún "iluminado" decidió quitarla y aparcarla en un lateral de la plaza, entiendo que es la misma, y que pasa bastante desapercibida. 


No quiero extenderme más, que bien lo podría hacer, cantando las bondades de esta ciudad, lo dejo aquí, pero con el ruego, la súplica a las autoridades para que tomen conciencia del grave problema que tienen y que por desgracia va a más. Dedíquenle un tiempo a estudiar la solución al tráfico, que seguro la tiene, echen mano de esos famosos asesores de políticos y aporten una resolución para restringir la circulación aunque solo sea a las zonas más importantes. En sus manos está salvar a Chinchilla y darle el brillo y esplendor que se merece.