Estamos prácticamente en la misma
situación que hace más de ochenta años. Han pasados cosas ¿verdad? Y ha llovido
bastante. Sin embargo nos estamos empeñando en volver a los años más convulsos
de la II República. Y qué curioso, con las mismas ideas, las mismas fobias, los
mismos rencores y por encima de todos los mismos "salvapatrias", que lo único que
persiguen es su propio interés. Utilizan a los más descerebrados para que los
apoyen y los aúpen al poder, con la
falsa promesa de un mundo mejor para ellos. Recuerdan lo que hacía el Mufti, el
patriarca palestino, en la Palestina de los años 40: “El Gran Mufti solo
mostraba desprecio por las clases educadas de su país y prefería reclutar a sus
partidarios en los bastiones de la ignorancia”
La situación de ahora no es la
Palestina de los años 40, es la región de Cataluña del año 2017 y un
descerebrado quiere conducir a aquel
territorio al borde del precipicio, al abismo, pero no solo él, quiere llevarse
por delante a todo un País.
Hacía referencia antes a los
acontecimientos de la II República, en relación a Cataluña. Otro “ilustrado”, Luis
Companys, condujo al abismo, pero el
presidente de la República dio un puñetazo sobre la mesa y tuvo la gallardía y
la hombría para disolver la autonomía y encarcelar a sus dirigentes.
Y por último, otra cita. Recuerdan a Durruti, otro “pájaro de cuentas”.
Habiendo robado 200 fusiles, y cuando un oficial del ejército fue a
requisarlos, se enfrentó a él con estas
palabras: “Hay veces en la vida en que no se puede cumplir una orden. Por la
desobediencia, el hombre se hace civilizado. Civilícese usted, haciendo causa
común con el pueblo. Su uniforme ya no significa nada. No hay más autoridad que
el orden revolucionario y este demanda que los fusiles estén en manos de los
trabajadores.”
Suena todo bastante, ¿verdad? El
Mayor Trapero, el presunto, que debería ser juzgado por el mayor delito que se comete contra la Patria, la sedición, también podría haber pronunciado estas palabras, o tal vez lo
haya hecho.
La imagen con que ilustro este
artículo no puede ser más expresiva y al tiempo más bella.
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