El pasado día 13 de enero se
celebró en el salón de actos de la Excma. Diputación Provincial de Albacete,
una conferencia sobre un tema que, en principio, pensaba yo, no tendría un
excesivo gancho. El título: “El mito de la Marquesa: Luces y sombras de
Margarita Ruiz de Lihory”. El conferenciante, un albaceteño, Cándido Polo
Griñán.
Un viernes y la hora del
acto. 6,30 de la tarde, no presagiaban un lleno de salón, con un aforo
importante, aproximadamente unas 500 butacas. Momentos antes de comenzar el
acto, uno de los organizadores comentaba, con cierto grado de preocupación, no
por ellos, sino por el conferenciante, a nadie le gusta hablar para una
reducida audiencia, pues no había mucha animación. Pero de repente y como
cuando se abren las compuertas de un embalse, comenzaron a llegar asistentes,
al punto, de que se llenó el aforo y quedaron bastantes personas de pie. Éxito
completo de público y de organización.
Como decía al comienzo,
Cándido Polo es un médico psiquiatra, licenciado en Filosofía y Letras,
escritor y orador. La exposición de los contenidos fue tremendamente amena y
observé mantenía la atención del público; baste decir que en algún momento
falló la megafonía y rápidamente los asistentes protestaron, casi airadamente,
fruto por tanto de la atención con que se seguía el acto.
Creo que la figura de
Margarita Ruiz de Lihory, marquesa de Villasante, es bastante conocida por el
público en general, pero no obstante daré una breve pincelada sobre su agitada
vida social y política, y hasta terminar sus días en Albacete, donde está
enterrada en su cementerio. “Escritora, periodista, conferenciante, pintora y
modelo de artistas”. Todo ello fue a lo largo de su dilatada vida y alguna cosa
más, tal y como se le consideró espía a las órdenes de Primo de Rivera y la
relación que mantuvo con el general Franco, de la que se vanagloriaba de ser de
las pocas personas que lo tuteaban. También, estuvo cerca de Abd el-Krim, el
rebelde de la Guerra de África y del Sultán de Marruecos.
Recorrió medio mundo
rodeada, siempre, de misterios y escándalos. Tuvo una vida bastante licenciosa
para aquellos años, abandonando a su marido e hijos, para recorrer tierras
lejanas, Sudamérica, Estados Unidos…
Pero, quizás, por lo que
resultó ser más famosa, fue por el escándalo que destapó el diario “El caso”, sobre
el asunto de la mano cortada. A la muerte de su hija, le amputó una mano y la
mantuvo en un frasco con formol, además de otros órganos como los ojos. Llevada
a juicio y sometida a exámenes psiquiátricos, todo terminó con una multa de
5.000 pesetas, pues se dijo que había intervenido “El Pardo”, para echar tierra
sobre el asunto.
Murió, como ya he comentado,
en su palacio, hoy desaparecido, en Albacete, en la calle Mayor, 58. Necesitó vender todas sus pertenencias para poder subsistir, habiendo dilapidado una
inmensa fortuna.
Mis más sinceras
felicitaciones al orador, Cándido Polo, por el profundo conocimiento de esta
persona y a la organización por parte de Amigos de la Historia de Albacete.
Actos como este son necesarios y tienen su encanto.
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