Frutos Soriano Fernández, nació en Albacete en
1960. De profesión bibliotecario de la Universidad de Castilla la Mancha.
Casado y con dos hijos. Compagina su trabajo con la escritura y la
interpretación de teatro en la compañía EA TEATRO de Albacete, de la que
también es autor de alguna de las obras representadas.
Mantiene una intensa actividad literaria,
formando parte de la asociación de la gente del Kaiku de Albacete, de la cual
es presidente y del grupo la Confitería.
Es autor de obras como Gárgolas, Willbook
(Historia de un Lum), Haikus del parque, Vuelve Shane, Diarios de un
holgazán, coordinador del libro No son falaguerías, Un viejo estanque, Poca cosa.
Autor también de obras de teatro como Becquer en
Wyoming, La taberna francástica, Nana de la niña mala.
Ha tenido el detalle de hacerme un hueco en su
apretada agenda laboral y literaria para contestar algunas preguntas que,
seguro, serán de interés para sus lectores.
¿Dónde vas
a buscar tus historias, dónde te inspiras?
En mi propia vida, principalmente en las relaciones
familiares. Estas están en el origen de obras como ¡Vuelve, Shane!, Bécquer en
Wyoming, y El deshielo en Cicely. En el caso de los haikus, obviamente,
la inspiración la encuentro en la Naturaleza.
¿Cómo y
dónde se deben de leer tus libros?
Los libros de haikus, mejor leerlos pausadamente,
a ser posible en épocas tranquilas, para poder paladearlos sin prisa. El verano
es una buena época. Para mis los libros de prosa vale cualquier momento, ya que
mis cartas y artículos son breves y pueden leerse de un tirón.
¿Tus
historias tienen un trasfondo social? O por el contrario ¿Te gusta crear el
fondo de la historia?
No toco apenas el tema político-social, aunque he
de reconocer que en los últimos años, y sobre todo a partir de la crisis y el
15-M, me ocupo y me preocupo (como le sucede a casi toda la gente) mucho más de
la actualidad del país y del mundo. Esto puede apreciarse en algunos poemas de
El deshielo en Cicely (“Los mercaderes”, “Recortes”, etc), así como en la
columna radiofónica que durante dos años mantuve en el programa de Radio
Chinchilla “El catalejo”.
Tus
personajes cobran vida. ¿Te llegan a influir, de alguna manera, en tu vida
personal?
Pues sí, claro está. Sobre todo los personajes
teatrales, como el pistolero Gustavo Adolfo Bécquer de “Bécquer en Wyoming” o
los dos personajes femeninos de “Nana de la niña mala”. Llevar a la escena personajes
que han estado bullendo antes en tu mente es una experiencia intensísima y
sorprendente, ya que cobran una vida propia que sobrepasa la voluntad del
autor.
¿Y después
del último libro, qué proyectos hay?
Ahora estoy embarcado en un libro titulado
“Sucedió en Chinchilla”, una recopilación de testimonios, anécdotas y
chascarrillos chinchillanos. En este caso no soy el autor del libro (aunque sí
introduzco en él algunos textos míos) sino el recopilador y ordenador del
material. Chinchilla (el pueblo de mi familia paterna) siempre es una de las
vías creativas que exploro.
¿Qué
novela de las que hay escritas te hubiese gustado escribir y por qué?
Muchas, pero diré “Madrid 1606”, de los
albaceteños Eloy Cebrián y Francisco Mendoza. También la segunda parte, “Madrid
1616”. Dos novelas entretenidísimas sobre Cervantes, El Quijote y Shakespeare,
en las que se aúna de forma espléndida la documentación y un ritmo que atrapa
al lector.
¿Cómo
escritor, cómo ves el panorama literario español?
En poesía mis preferencias se centran en Eloy
Sánchez Rosillo y Luis Alberto de Cuenca. Como novelista me gusta mucho la
facilidad para escribir y la pasión de Pérez Reverte.
¿Y la
situación cultural de Albacete?
En contra a lo que muchos dicen, no veo a
Albacete como un páramo cultural, sino al contrario. Y, para demostrarlo,
citaré solo algunos nombres de escritores albaceteños de gran nivel: Arturo
Tendero, Ángel Aguilar, Rubén Martín, Andrés García Cerdán, en poesía; Eloy
Cebrián, Alberto López Aroca y Eduardo Moreno como narradores. Y en cuanto a
teatro citaré a Rosa Cantero, autora, entre otras, de la maravillosa obra “Sex
Generation” y Llanos Campos, que últimamente ha hecho incursiones muy
afortunadas en la literatura infantil.
Y para
terminar esta primera fase: una recomendación a los lectores, que seguro leerán
esta entrevista.
Les aconsejaría que leyeran la novela “Entrevista
con el fantasma”, del rodense Eduardo Moreno, escrita en una prosa que recuerda
tanto a Quevedo como a García Pavón.
En esta segunda parte de la entrevista, me
gustaría tocar el plano personal, para que te conozcan un poco más tus
lectores.
¿Cuándo y
dónde escribes?
En una habitación de mi casa donde se ubica la
librería, el ordenador y una mesa. Ese es mi lugar de meditación y de
escritura. Por otra parte llevo siempre una pequeña libreta donde anoto las
ideas que se me ocurren y que pueden servirme para desarrollarlas en poemas,
artículos u obras teatrales.
¿Tienes
manías a la hora de escribir, como algunos escritores?
Pues no, cada vez soy más natural en ese aspecto.
Con el tiempo me he ido despojando de esas manías.
¿Existe el
folio en blanco?
Antes, en mi juventud, el folio en blanco
significaba a menudo una angustia. Ahora para nada.
¿Qué le
pedirías a una editorial?
Que publicase mis obras, jajaja. He de
reconocer que he tenido suerte a la hora de que me editen mis libros, de lo cual
estoy muy agradecido, tanto a Andrés Trapiello (Comares) como a Miguel Ángel
Aguilar (Uno Editorial).
¿Prefieres
ser publicado o autopublicado?
Publicado, aunque no desdeño la autopublicación,
pero soy un poco gandul para eso.
Eres un
escritor de poesía y teatro ¿Te has planteado escribir sobre otro género?
Escribo también haiku y prosas breves, a medio
camino entre la columna de opinión y la carta. Me encantaría, alguna vez, tener
la suficiente paciencia y talento como para escribir una novela.
¿A tu
juicio, que debe tener un libro para que enganche al lector?
Debe ser entretenido y que en él haya verdad.
¿Cuáles
son en tu opinión, los tres libros que no deben faltar en una biblioteca?
Las cosas como fueron, de Eloy Sánchez Rosillo. Drácula,
de Bram Stoker. A la intemperie, haikus de Mavi Porras y Juan Francisco Pérez.
Pues hasta aquí la entrevista que hemos mantenido
con el escritor Frutos Soriano. Muchas gracias por habernos dedicado estos
minutos y esperamos que sirvan para que tus lectores te conozcan mejor. Muchos
éxitos con tus obras.
este hombre es grande, muy grande, no sólo por lo que hace, si no por cómo es y la importancia que se da a él mismo, quizás en otro pais ó en otros tiempos, (porque en éste bendito mío país, a dia de hoy, lo importante es efímero,superficial y falso), Frutos sería objeto preciado y reconocido en el ambito literario-teatral, en fin...parece que seguimos en la siesta....
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