Manuel Cebrián Abellán, es un escritor nacido en Albacete en el año 1958.
Licenciado en Derecho, funcionario de carrera, técnico de Administración Local,
ha desempeñado su labor en el Ayuntamiento de Elche (Alicante) y en la
Diputación Provincial de Albacete, donde es Jefe del Servicio de Asuntos
Generales. Casado y padre de tres hijos, busca en los “tiempos muertos” que le
dejan su trabajo y familia, el momento de escribir.
El llanto del Azar es su “opera prima”, publicada en el año 2009.
Luego vendría Agripa, en el año 2010. Más tarde, en 2012, publica El sueño de
Indias y para finalizar, de momento, Rocroi, en el año 2015.
Ha publicado también obras de carácter jurídico: Las relaciones de los entes
locales con otras entidades públicas, en el año 2006, El patrimonio de las
entidades locales, en el año 2010, El régimen local tras la reforma de la Ley
de Racionalización y Sostenibilidad, en el año 2014 y, por último, El nuevo
Régimen Local tras la reforma del sector público, en el año 2016.
Ha tenido el detalle de hacerme un hueco en su apretada agenda laboral y
literaria para contestar algunas preguntas que, seguro, serán de interés para
sus lectores.
¿Dónde vas a buscar tus historias,
dónde te inspiras?
La inspiración surge en cualquier momento, en
ocasiones de manera inesperada y sorpresiva: leyendo un libro, conversando con
un amigo, en un viaje, viendo un documental, en un noticiario... Son tantas las
situaciones que provocan el interés por un episodio o situación que sería
imposible hacer recuento de ellos, pero siempre bajo el prisma de lo que se
pretenda narrar aporte algo y enriquezca al lector.
¿Cómo y dónde se deben de leer tus
libros?
Cualquier momento es bueno para dejarnos seducir
por un texto literario, aunque lógicamente son los más tranquilos y relajados
del día los que nos permitirán disfrutar mejor de la magia y creatividad del
autor. El silencio de la noche y el descanso de unas vacaciones son especialmente
propicios para emprender la tarea. No obstante, cada uno debe encontrar su
propio espacio para trasladarse a esos otros escenarios que nos propone el
autor.
¿Tus historias tienen un trasfondo
social o, por el contrario, histórico?
Siempre aposté por la narrativa histórica y ello
porque, a pesar de que supone un tremendo esfuerzo de documentación para el
autor, acrecentado todavía más, si cabe, por las diferentes interpretaciones o
versiones que de un mismo hecho llega hasta el presente, aporta un plus de
valor para el lector. La novela histórica nos ayuda a descubrir nuestro pasado:
quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Pero sus virtudes van
todavía más lejos. Además de seducir al lector con el ingenio y creatividad del
autor, contribuye a enriquecer, de manera cómoda, simplificada y amena, sin
necesidad de recurrir a libros técnicos, el poso cultural acumulado.
Tus personajes cobran vida. ¿Te
llegan a influir, de alguna manera, en tu vida personal?
Es difícil que un personaje no influya en el
quehacer diario del autor. Cuando te sumerges en su interior terminas
participando de él. A veces piensas, cuando ya está trazada la obra, que eres
uno de esos personajes, con las vivencias y situaciones narradas en la obra. Es
el mejor momento para el autor, porque, al interiorizar tanto la narración,
puede trasladarse mejor la idea y escenario proyectado.
¿Y después del último libro, qué
proyectos hay?
En mi pensamiento siempre flotan infinidad de
ideas y proyectos, más incluso de las que soy capaz de abordar. Una obra
literaria lleva mucho tiempo para su desarrollo, entre año y año y medio, por
lo que hay que ser muy selectivo en la temática. Ahora tengo entre las manos
dos historias, a cual más sugerente y atractiva. La primera de ellas, ya muy
avanzada, narra la debacle romana en Germania en tiempos del emperador Augusto
y que supuso el freno de sus ambiciones territoriales en el centro de Europa, y
la segunda, en estado todavía muy embrionario, no más allá de su fase de estudio
y documentación, la pesadilla que les tocó vivir a los náufragos de la Gran
Armada, en tiempos de Felipe II. Esperemos que tarde o temprano vean la luz.
¿Qué novela de las que hay escritas
te hubiese gustado escribir y por qué?
Como digo, son muchos los episodios y personajes
históricos que demandan mi atención, aunque no tengo predilección especial por
ninguno de ellos, sino por el conjunto. Procuro siempre, sin embargo, fijar mi
atención en esas personas de segunda línea, hombres o mujeres, ignorados por la
historia, pero tan interesantes como esas otras más principales que han llegado
hasta nosotros. Sería un insulto seguir dándoles la espalda, mantenerles en el
permanente anonimato.
¿Cómo escritor, cómo ves el panorama
literario español?
Existe una sobresaturación literaria, derivada de
la irrupción en el mercado de infinidad de obras de nuevo cuño. Ello
representa, de un lado, una importante ventaja y, a la vez, dificultad para el
lector, ya que amplía el abanico de elección y, por sorprendente que pueda
parecer, dificulta la misma y, de otro, el tremendo dinamismo del sector,
interesado, a pesar de la escasa afición por la lectura, de ofertar al público
la mucha creatividad existente.
¿Y la situación cultural de Albacete?
Hemos de reconocer el esfuerzo de las
Instituciones en la promoción de la cultura a nivel provincial, aunque seguimos
observando una escasa apuesta de las mismas por los autores de la tierra, más
conocidos y valorados, por desgracia, en otros lugares que en ella misma.
Y para terminar esta primera fase:
una recomendación a los lectores, que seguro leerán esta entrevista.
Que pongan en sus manos aquellos textos que más
les apetezca, que se dejen llevar por su propio instinto, sin dejarse arrastrar
por campañas publicitarias de unas u otras editoriales sobre sus diferentes
obras y autores. Las mejores obras no son siempre las que más presencia tienen
en los medios de comunicación, sino las que avanzan en silencio, las que se
abren paso por el boca a boca entre los lectores.
En esta segunda parte de la entrevista, me gustaría tocar el plano personal,
para que te conozcan un poco más tus lectores.
¿Cuándo y dónde escribes?
En la tarde-noche, alejado de las obligaciones y
rutinas diarias, en el despacho de casa, aislado de otros problemas y asuntos,
surgen las mejores ideas y la más fina inspiración. Pero no es ello, sin
embargo, una obligada y sistemática cita, sino algo disperso, sin orden
temporal. Es la gran ventaja de esta apasionante afición, dedicarte a ella en los
momentos más lúcidos.
¿Tienes manías a la hora de escribir,
como algunos escritores?
No. Mi única obsesión es que el resultado del
trabajo suscite interés y atracción entre los lectores. Creo que es algo común
entre los autores, pero inevitable al abordar una obra literaria.
¿Existe el folio en blanco?
El síndrome del folio en blanco, es decir la
falta de ideas para trasladarlas al papel, siempre planea en el pensamiento del
autor. Por eso es recomendable no convertir la escritura en una rutina, en
tarea de obligada cita, sino en algo puntual, dinámico, que ocupe aquellos
momentos en los que el autor se sienta realmente inspirado, con capacidad de
disfrutar y sorprender.
¿Qué le pedirías a una editorial?
Que destierren definitivamente de su proceder la
exigencia al autor de su participación económica en el proyecto de puesta en el
mercado de su obra. La apuesta editorial debe ser total cuando esta es digna
merecedora de estar en él, sin exigencias económicas de ningún tipo. El autor
termina su tarea con la conclusión de la obra, y es entonces cuando empieza la
labor de la Editora. En tanto no se normalice esta situación encontraremos un
mercado inundado de obras financiadas por los propios autores, al margen de su
valor o calidad literaria.
¿Prefieres ser publicado o consideras
mejor la autoedición?
Es preferible contar con una Editora. La ventaja
de disponer de ella es que el autor se despreocupa de la parte comercial
(impresión, distribución, etc.) y puede dedicarse a lo suyo, a escribir, sin
que le distraigan otras cuestiones. De otra parte, las Editoras están más
especializadas en la tarea, especialmente en la distribución, y pueden llegar
mejor a todos los puntos de venta.
Por lo que se refiere a la autoedición, me parece especialmente interesante
el servicio de publicaciones puesto a disposición por la empresa Amazon, sin
coste económico para los autores y muy bien de precio para los posibles
adquirentes de sus obras. Además, las posibilidades de difusión de estas son
muy amplias.
Eres un escritor de novela histórica.
¿Te has planteado escribir sobre otro género?
Esa tentación siempre existe, abandonar el género
que dominas y experimentar con otros diferentes, pero siempre renuncio a ella.
La razón para permanecer en el género, quizás la más importe, es el
extraordinario legado que nos brinda la historia y que es preciso, para un
mejor conocimiento, hacerla vivir de nuevo, recuperarla para disfrute del
lector. Y otra, menos relevante pero nada despreciable, la ventaja que
representa para el autor. La historia ya está construida, y lo único que este
tiene que hacer es darle forma, escribirla. Del acierto en la construcción
estará siempre el éxito o fracaso de la obra.
¿A tu juicio, qué debe tener un libro
para que enganche al lector?
Mantener, desde la primera hasta la última
página, el interés para el mismo. La trama, los personajes, los escenarios, las
situaciones.... deben formar un todo, perfectamente engarzado, que sea capaz de
atraparlo y seducirle. Si ello así se consigue, la obra será un éxito; de lo
contrario, un estrepitoso fracaso. No olvidemos que, en el proceso de creación
literaria, el lector siempre es el eslabón más importante de la cadena, y que
su aplauso o rechazo es la directa consecuencia del acierto o no del autor.
¿Cuáles son en tu opinión los tres
libros que no deben faltar en una biblioteca?
Guerra y Paz (León Tolstói), Cumbres Borrascosas
(Emily Brontë´s) y El Perfume (Patrik Suskind).
Pues hasta aquí la entrevista que hemos mantenido con el escritor Manuel
Cebrián. Muchas gracias por habernos dedicado estos minutos y esperamos que
sirvan para tus lectores te conozcan mejor. Muchos éxitos con tus novelas.
Estoy de acuerdo con el entrevistado en lo que me concierne como lector.En lo que corresponde a la parte de escritor asumo igualmente sus opiniones.¡Bravo,Manuel!
ResponderEliminarEstupenda entrevista. Manuel, veo que coincidimos en un montón de cosas. :)
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