> Miguel Garví, escritor: INSISTO

martes, 19 de agosto de 2014

INSISTO




Lo siento por vosotros queridos lectores y amigos. Nuevamente tengo que incidir sobre el asunto del maltrato a las mujeres. Sí, a eso tan estúpido que alguien ha dado en llamar la violencia de género. ¿Seguro que te gusta el nombre?, pues a mí, no. A las cosas hay que darles su nombre correcto. Su nombre es maltrato a las mujeres, y por qué no decirlo también, maltrato a los hombres, que aunque menos, existe.

El maltrato es la antesala del asesinato, que por cierto es su nombre correcto. Quitar la vida a otra persona, porque quiero yo, por mis h…, porque eres mía o de nadie más…

Nos estamos acostumbrando, peligrosamente, a oír, ya con cierta indiferencia, a escuchar y ver los noticiarios que hablan de este asunto. Nos muestran estadísticas… parece que se hacen apuestas, “son tres víctimas más o menos que por estas mismas fechas del año pasado” ¿Tan importante es la estadística? Una sola víctima ya es una tragedia. De verdad que si lo piensas durante solo cinco segundos te produce nauseas. ¿Cómo se puede hablar tan ligeramente de estas cosas? Hay una tragedia detrás de cada víctima. La mayoría deja unos hijos pequeños, o no tan pequeños, unos padres, unos hermanos, amigos. Un auténtico shock. Cualquier muerte es dolorosa, pero éstas, sin duda mucho más. Ya que creo haber metido el dedo en la llaga. Sé que voy a levantar una ampolla, pero tengo que decirlo, ¿Alguien se acuerda del dolor de la madre del asesino, del padre? Sí, ya se, que lo fácil es decir, “pues que no lo hubiera hecho”, pero lo hecho, hecho está y también para esa familia es una tragedia, menor, pero tragedia.

Soluciones, ninguna a corto plazo. Lo políticos que tenemos, y he de recordar, que nos los hemos dado nosotros, no nos los han impuesto, los hemos votado nosotros, legislan lo que quieren, o siendo benévolo, lo que pueden o saben, que a veces es muy poco, por desgracia.

Yo no soy jurista, pero está claro que la legislación actual, en esta materia, no sirve para nada. Los jueces se limitan a aplicar una legislación que se les impone. Ellos no pueden hacer leyes. Los policías, ah mis amigos los policías, el último eslabón de la cadena, ¿qué pueden hacer ellos?, lo que están haciendo, un enorme esfuerzo para llegar a donde no se puede llegar con los medios con que cuentan. Seguro estoy que han evitado más de una muerte, pero no es suficiente.

¿Entonces… qué?, como decía antes, a corto plazo yo sinceramente no vea nada. Confiar en el acierto de jueces y policías. A largo plazo… mucho por hacer.

La educación, esa si es la solución. Hay que educar desde niños, prácticamente desde que hacen. Es necesario inculcar el respeto hacia la persona que tenemos al lado. Respeto para todo, las cosas y por encima de todo, los seres humanos, aunque no los conozcamos de nada.

Educación en la escuela y fuera de ella. No releguemos esta tarea a los maestros, ellos están para otras cosas. La familia es el centro de formación para la vida y la convivencia.

En las próximas elecciones votemos a aquel partido que se comprometa, decididamente, por este asunto. Que asuma, sin tapujos el problema que existe y se comprometa a solucionarlo de una forma eficaz. Primero con leyes efectivas y al tiempo con educación. Pero no nos confundamos con aquel que prometa aumentar las horas en matemáticas o educación física, que son muy importantes para el desarrollo intelectual de la persona, me refiero a aquel que apueste por la formación integral del individuo.

Alguien dijo en una ocasión “la verdad os hará libres”, pero yo digo, “la educación os hará libres”. Porque libres lo que se dice libres no somos. Ningún partido apuesta por la libertad total de sus ciudadanos. No, no es algo que me acabo de inventar, ahí está la historia. A ningún partido político, de derechas, izquierdas o medio pensionistas le agrada la idea de ver sueltos a sus ciudadanos, les gusta tenerlos atados, como diría el castizo “llevarlos corto de ramal”

Por hoy no me quiero extender más. Solo una petición, una súplica. Difunde este artículo de la forma que puedas y coméntalo con tus amigos. Si nos concienciamos, obligaremos a los gobiernos a rectificar. El pueblo somos nosotros y el gobierno, el que está o el que venga, estará por que queramos nosotros, no lo olvides. Acuérdate de las mujeres y los hombres asesinados y sobre todo para que no haya más.

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