Ríos de tinta corren estos días por los periódicos, tanto impresos como digitales. Horas de platós de televisión y de estudios de radio. Los tertulianos de estas últimas están de enhorabuena. Tienen por delante horas de comentarios y opiniones para todos los gustos y colores políticos. Harán, sin duda, el "agosto" en el mes de julio, época esta en la que no suelen ocurrir demasiadas cosas, y por tanto, el "taxímetro" corre menos.
Cualquier persona, a parte de estos multienterados que saben de todo, puede opinar, incluso yo. Pues en ello estamos.
Hace unos meses tuve la "desgracia" de predecir lo que iba a ocurrir, si seguíamos por la senda de hacer y decir tonterías. Publicaba en noviembre de 2014 el artículo "El miedo del señor García", hoy ese miedo se ha hecho realidad. Gracias a todos los que sin convicción de perro-flauta, habéis votado al populismo, ese voto inútil, que ha recogido el cabreo y la graceja de una serie de personas, demasiadas, según mi cuenta. Ese voto sin reflexión, ha permitido a una serie de personajes que podemos definir en un arco que va desde, raros, impresentables, oportunistas, populistas y listillos, hacerse cargo de la gobernabilidad de una serie de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, sin haber ganado, ni tan siquiera, siendo la lista más votada en ninguna circunscripción electoral, Se han apoyado en ellos una serie de personajes, no menos siniestros, que son capaces de pactar con el diablo, a cambio de obtener y ostentar el poder más absoluto. No les importa nada, ni las consecuencias de sus actos.
Llegados a este punto, con populismos no se va a ninguna parte, y ya se ha podido demostrar, Sí, vale, Grecia no es España, es lo que dice todo el mundo, pero ya, allí, está demostrado lo que pueden ofrecer estos individuos, sin ninguna preparación académica, ni experiencia en lides políticas, desafían y se enfrentan a pecho descubierto con las más altas y poderosas instituciones. El fracaso está ahí, y el drama para el pueblo griego servido. A nosotros seguro que algo nos salpicará, pero los problemas, el desabastecimiento, e incluso el hambre física, lo padecerá el pueblo llano, ese, precisamente que votó a estos populistas trasnochados, que con gestos como no ponerse corbata o ir deschaquetados, solucionarán los enormes problemas a los que se deberían enfrentar. Me refiero, como habrá intuido el lector, a gente como Tsipras o su colega Varufakis, y a los nuestros no menos famosos, Pablo Iglesias, "el jefe", Errejón, el jovencito que cobraba sin trabajar, o Monedero que no queriendo ser "casta" ingresa mucho más que cualquier ciudadano a los que pide, sin vergüenza alguna, el voto.
El voto es libre, faltaría más, y así lo recoge nuestra Constitución. La reflexión es un acto profundo al que es necesario dedicar unos minutos. No tengamos el impulso que da la barra del bar, la graceja delante de los amigos cuando nos sentimos los más "guachis" del "mundo mundial" que diría Manolito gafotas.
No te llames a engaño luego y reflexiona hoy tu voto. El único responsable serás tú, no los políticos que pusiste, ellos no estarán cuando se produzca la tragedia, pero tú sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario