Ana Martínez Castillo, escritora albaceteña nacida en 1978. Ha sido colaboradora en diversas revistas literarias y fanzines en papel y en formato digital. Dice de ella misma que conforma su carácter literario “entre poemas, relatos, y alguna adaptación teatral”.
Básicamente su obra está
formada por literatura infantil y juvenil, poesía, relatos y crítica literaria.
También ha hecho sus pinitos con artículos periodísticos, narración de viajes,
ensayo…
Ha obtenido premios como,
relatos de la editorial Alfaguara, primer premio de poesía Féile Filíochta,
primer premio de cuentos para jóvenes del Ayuntamiento de Albacete, finalista
del Domingo Santos…
Ha publicado Hadas que
muerden, Gusarapo y colaboraciones en publicaciones colectivas de poesía y
relato.
Ha tenido el detalle de
hacerme un hueco para contestar algunas preguntas que, seguro, serán de interés
para sus lectores.
¿Dónde
vas a buscar tus historias, dónde te inspiras?
Soy
de las que creen que las historias están por todas partes, solo hay que mirar
con ojos de escritor para que aparezcan. Una anécdota, una experiencia
personal, algo que le sucedió a un amigo…por no hablar de esas personas que
tienen vidas totalmente novelables sin ellos saberlo. “Escribe sobre lo que
conoces” es el consejo por antonomasia. Todo está ahí, a nuestro alrededor.
Esperando.
¿Cómo
y dónde se deben de leer tus libros?
Yo
diría que la mejor manera de leer un libro, cualquier libro, es tumbado
cómodamente en un sofá, sin prisas, disfrutando. Eso le deseo a los míos: que
sean leídos sin prisas, cómodamente, porque los hice para disfrutar.
Cubierta de Hadas que muerden |
¿Tus
historias tienen un trasfondo social? O por el contrario ¿Te gusta crear el
fondo de la historia?
Por
lo general suelo crear mi propio fondo. Aunque es como todo: depende de la
historia.
Tus
personajes cobran vida. ¿Te llegan a influir, de alguna manera, en tu vida
personal?
Cuando
uno escribe una historia se encuentra con que dentro de su cabeza ha anidado un
run run permanente. Los personajes, la trama, todo lo que conforma el relato,
se instala en tu mente y se queda ahí, dando vueltas. No influyen en mi vida
personal, pero digamos que, en cierta manera, uno anda como ensimismado la
mayor parte del tiempo.
¿Y
después del último libro, qué proyectos hay?
Bastantes.
Estoy en plena época de siembra y espero que la cosecha sea fructífera. He
lanzado bombas en todas direcciones. Por el momento, este otoño se presenta
poético. No puedo decirte más.
¿Qué
novela de las que hay escritas te hubiese gustado escribir y por qué?
Hay
dos obras que son para mí pilares fundamentales: “Crónicas marcianas”, de Ray
Bradbury y “Drácula”, de Bram Stoker. Si las hubiera escrito yo, ya podría
morir tranquila. No habría nada más que pedirle a la vida. Empecé a escribir
con Bradbury, a imitar su estilo y su tipo de historias y le debo mucho a mi
formación como lectora y como escritora. Recuerdo leer cada uno de sus libros
en una fiebre, alucinando con cada relato. Mi amor por “Drácula” es diferente,
esa novela representa la parte gótica que me gusta darle a mis historias, el
ambiente oscuro y elegante. Lo he releído mil veces y cada vez es como la
primera.
¿Cómo
escritora, cómo ves el panorama literario español?
Pues
repleto, lo veo repleto. Es difícil tener visibilidad y hacer que tus libros
lleguen a los lectores entre tantos contenidos disponibles. Publicar en papel,
con una editorial tradicional es difícil, pero no imposible. Al final todo
libro (todo buen libro) encuentra su editor tarde o temprano. Vivimos en una
edad dorada de las nuevas editoriales, casas independientes, pequeñas y
legales, que disfrutan editando libros. Sin embargo, vender es otra cosa. Para
vender hay que estar ahí, en las redes sociales y en los escaparates. Y el
mundo se mueve muy deprisa. El libro envejece demasiado pronto, la novedad se
pasa de fecha en cuestión de semanas, y los espacios en los escaparates los
ocupan otros, los grandes, los famosos. Así que veo el panorama un poco negro.
Pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil, ¿no? Así es el juego.
Cubierta de Gusarapo |
¿Y
la situación cultural de Albacete?
Albacete
sí que vive una edad dorada. Los autores de Albacete trabajaron duro,
escribieron, aprendieron, sembraron y recogieron. Y ahora son autores que
publican sus obras a nivel nacional, o que lo harán dentro de poco. Tenemos una
ciudad próspera en poetas y narradores, a pesar de que las instituciones no
sepan darse cuenta y no den el respaldo que deberían.
Y
para terminar esta primera fase: una recomendación a los lectores, que seguro
leerán esta entrevista.
Que
sigan leyendo. Continuamente. Sin descanso.
En esta segunda parte de la
entrevista, me gustaría tocar el plano personal, para que te conozcan un poco
más tus lectores.
¿Cuándo
y dónde escribes?
Cuando
puedo, por lo general por las tardes. En mi casa, en el salón, si tengo la
suerte de que todos se han ido y hay silencio para concentrarme. Mi casa ha
sufrido un cambio con el nacimiento de mi hija y el tiempo para sentarme frente
al ordenador se limita a un par de horas al día. Eso sí, me estoy preparando un
zulo, a modo de mazmorra, en el sótano. Una mesa, un flexo y cajas de cosas
viejas a mi alrededor. Espero que me visite algún fantasma, en compensación.
¿Tienes
manías a la hora de escribir, como algunos escritores?
No
exactamente manías. Solo necesito una taza de té. O dos.
¿Existe
el folio en blanco?
Existe
la resaca de una obra. Cuando uno termina un relato o novela, o poemario,
sobreviene un periodo de letargo, de atontamiento general, en el que es difícil
arrancar con algo nuevo y que puede ser más o menos largo.
¿Qué
le pedirías a una editorial?
R; Que distribuya bien las
obras. Y que las promocione sin descanso. Esos son los dos pilares,
distribución y promoción. Es decir: visibilidad.
¿Prefieres
ser publicada o autopublicada?
Prefiero
ser publicada. Creo en la edición tradicional, aunque tampoco es que abomine de
la autopublicación. Pero para mí es el último recurso.
Eres
una escritora de novela infantil y juvenil. ¿Te has planteado escribir sobre
otro género?
En
realidad, no soy una escritora de LIJ. He escrito LIJ porque me encanta y,
casualmente, mis dos últimas novelas publicadas (que no escritas) son de ese
género. Pero escribo y he publicado poesía y narrativa para adultos (terror, en
concreto).
¿A
tu juicio, que debe tener un libro para que enganche al lector?
Debe tener calidad. Una buena prosa y una
trama atractiva, que invite a pasar la página, personajes inolvidables y un
ambiente logrado. La calidad es un conjunto de factores que dan lugar a algo
redondo: el buen libro. Se percibe nada más empezar a leer. Y no tiene nada que
ver con el gusto.
¿Cuáles
son en tu opinión, los tres libros que no deben faltar en una biblioteca?
La
poesía completa de Leopoldo María Panero. “Crónicas marcianas” de Bradbury.
“Historia natural de los cuentos de miedo”, de Rafael Llopis.
Pues hasta aquí la entrevista
que hemos mantenido con la escritora Ana Martínez Castillo. Muchas gracias por
habernos dedicado estos minutos y esperamos que sirvan para tus lectores te
conozcan mejor. Muchos éxitos con tus libros.
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