> Miguel Garví, escritor: LA VICTORIA DE LA LIBERTAD: La Policía Nacional contra el terrorismo

domingo, 8 de noviembre de 2015

LA VICTORIA DE LA LIBERTAD: La Policía Nacional contra el terrorismo

Museo Municipal

Albacete ha tenido la suerte de contar por unos días, desde el 6 al 15 de noviembre, y en el espléndido marco del Museo Municipal, en la sede del antiguo ayuntamiento, con la exposición itinerante sobre el terrorismo. Una bellísima exposición, no porque los objetos allí expuestos sean bellos, sino porque reflejan de alguna forma toda la historia de la lucha contra el terrorismo que sufrió la España contemporánea, desde el tardo-franquismo, allá por el año 1968, cuando cae el primer policía asesinado. Recordar, solo, que esta muestra se refiere a la lucha antiterrorista de la Policía Nacional.

Nada más acceder a la exposición nos encontramos con un tótem en el que hay una serie de frases. Me quedo con la primera: "La sociedad española merece un futuro en paz y sin terrorismo" y otra: "La Policía española nunca bajará la guardia en defensa de la democracia y la convivencia".

La presentación está divida en cuatro áreas temáticas: Verdad, Justicia, Memoria y Dignidad. Adosado a las paredes encontramos unos murales donde dan explicación a cada una de estas premisas.
Paneles informativos

Verdad: "Durante cinco décadas, España ha sentido de cerca la barbarie y la sinrazón de la violencia terroristas.
Una violencia brutal, cobarde y premeditada sufrida directamente por policías que fueron vilmente asesinados o gravemente heridos.
Los daños irreparables a las vidas humanas y  los estragos producidos han sido innumerables.
El conocimiento de los daños causados por la violencia terrorista, sin equidistancias, ambigüedades ni justificaciones, señala claramente quienes fueron víctimas y quienes verdugos."

Justicia: "La Policía española no solo ha sufrido el zarpazo terrorista sino que también se ha entregado en cuerpo y alma para conseguir el fin de esa lacra criminal.
La respuesta policial, basada en la investigación, el trabajo constante y tenaz y la cooperación internacional, ha conseguido la detención y puesta a disposición judicial de centenares de terroristas.
El trabajo policial contra el terror es un homenaje y un acto de justicia permanente de la institución policial para los que un día fueron y siguen siendo compañeros".

Memoria: "La fuerza y la claridad del testimonio de cualquier victima tiene una importancia fundamental para entender el sufrimiento y el mérito de sus vivencias.
La gran familia policial ofrece múltiples testimonios de ese sufrimiento y respuesta ejemplar. Un sufrimiento que durante mucho tiempo no fue exteriorizado ni valorado en su justa medida por la ciudadanía.
Estos testimonios son la mejor forma de elevar la voz de las victimas sobre el ruido de la violencia. Es el modo de sacar del anonimato y del silencio a los policías asesinados y heridos. En definitiva, una lucha en la que las únicas armas son las palabras y el recuerdo".

Dignidad: "La perspectiva que da el paso del tiempo, a través de una mirada hacia el pasado reciente, ensalza la figura de los policías que perdieron su vida o que resultaron heridos en atentados terroristas.
Todos ellos son un referente ético de la defensa de la libertad frente a la barbarie criminal. La sociedad española no puede ni debe olvidarles. Unos policías que se han convertido en auténticos héroes y que contribuyen, sin duda, al acervo más importante de la institución policial.
El conjunto de la sociedad está en deuda con ellos, con sus familias y seres queridos, por su ejemplo de vida y entrega hasta el extremo".

El primer policía asesinado fue el comisario Melitón Manzanas, jefe de la brigada político-social de Guipúzcoa. No fue la primera víctima, antes hubo otra e inocente, quizás todos lo fueron. Se trata de la niña de 22 meses, Begoña Urroz Ibarrola, asesinada de una forma brutal el día 27 de Junio de 1960, en la estación de Amara, cuando una maleta incendiaria explotó en la consigna de esta estación, alcanzándola de lleno y produciéndole quemaduras en el 90% de su cuerpecito, a consecuencia de las cuales falleció unas horas después en el hospital. Nunca el régimen anterior quiso reconocerla como víctima del terrorismo, para no aceptar la cruda realidad que se empezaba a vivir en el País Vasco.
Luego vendría un largo y sangriento camino, en el cual se dejaron la vida 186 policías nacionales, 100 heridos graves y 222 huérfanos. Son solo frías estadísticas, aunque necesarias. Solo la muerte de uno de ellos hubiese sido suficiente para crear dolor y tragedia, pero a lo largo de esos cincuenta años, buena parte del territorio nacional se vio sembrado de dolor y regado de sangre de hombres y mujeres que dieron lo mejor de sí mismos, su vida, y no eligieron su muerte ni el lugar ni el momento, en su ánimo no estaba morir.
También un panel recoge testimonios directos de policías heridos y familiares, yo destacaría uno que me ha impresionado: "Todo el terrorismo ha marcado mi vida. Me ha fastidiado todo... no ya lo que no he podido disfrutar, sino lo que él se ha perdido. Lo joven que era... no ver a su hijo de policía. (Alicia Muñoz Araujo, hija del inspector Andrés Muñoz Pérez, asesinado por ETA el día 12 de junio de 1991 en Madrid)

Tanto dolor para nada, pues nada han conseguido de la sociedad española, quizás sí, odio. Pero no doblegar a un pueblo que quería la democracia y sobre todo vivir en paz. Ni tan siquiera crearon miedo, un hijo de este inspector asesinado es también policía.
El final del camino y ojalá sea corto, lo cerró la muerte del inspector Eduardo Antonio Puelles García, el día 19 de junio de 2009.
Ollas trampas

La exposición muestra diversos objetos que las diferentes bandas terroristas que han existido a los largo de esta cincuentena. Desde rudimentarias bombas lapa hechas con un taper, cajitas de madera, bombas de relojería, elementales transmisores para hacer detonar a distancia bombas, todo bastante cutre pero que causaron mucho dolor y pérdidas de vidas humanas. Pueden verse, también, alguna de las armas que utilizaron para cometer atentados, subfusiles, pistolas, revólveres... y como colofón unos maniquíes que muestran la vestimenta de los policías encargados de enfrentarse en primera línea con terroristas, un traje de artificiero con una leyenda en la que se detalla el peso de cada una de las piezas que lo compone. Se muestra, también, un robot teledirigido para desarmar o neutralizar explosivos.
Robot

Equipamiento antiterrorista
Traje artificiero






Es una muestra interesante y recomendable para aquellas personas interesadas en este tema, que sin duda debemos ser todos, pues con su visita rendimos un pequeño homenaje  a estas mujeres y hombres que cada día salen a la calle a defendernos y para que podamos dormir un poco más tranquilos.

Al terminar el recorrido se ha dispuesto una mesa con hojas para dejar testimonio o mandar un mensaje de ánimo.


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