> Miguel Garví, escritor: LA SINRAZÓN

domingo, 7 de agosto de 2016

LA SINRAZÓN


Hoy ha ocurrido un hecho grave y llevo toda la mañana dando vueltas al asunto y sin entender la razón o el motivo.

El día 2 de agosto publiqué en este blog, un artículo de opinión que titulaba "Mi querida España". Es obvio que el citado título pudiera llamar a engaño, suspicacia... teniendo en cuenta los tiempos que corren en esta España que nos ha tocado vivir y que no hemos elegido, sino que nos ha sido impuesta por esa caterva de "políticos" que tenemos por representantes, bueno lo de representar es una forma tonta y absurda de hablar.

Ciñéndome al asunto, anoche, alguien pudo acceder a mi blog y borrar esta entrada. El hecho en sí ya es muy grave, pero más lo es que se hallan fijado en un modestísimo bloguero para realizar esta afrenta. ¿Qué está ocurriendo en este País?

Los años de experiencia en mi actividad laboral dentro del mundo de la banca, me hicieron ser prevenido y hacer copia de seguridad de los trabajos, y hoy, no hay problema en restaurar este artículo.

Si al lector le apetece, podrá comprobar que cuanto se dice en este artículo de opinión para nada es grave, casi irrelevante y por supuesto no ofende a nadie. 
Sí es cierto que la letra de la canción de Cecilia "Mi querida España" estuvo censurada por el régimen franquista, pero que a estas alturas del siglo XXI alguien vuelva a las andadas, y más en la modestia de este escritor, nada influyente, o al menos, así me lo parecía a mí hasta hoy.

Vuelvo pues, a colgar este artículo, más que nada por no dar el brazo a torcer y sobre todo para reclamar la libertad de expresión en un País, que tiene una Constitución, pero que asemeja al barco torpedeado en su linea de flotación.

COPIA RESTAURADA



Hoy se cumplen 40 años de la muerte de la cantante Cecilia. Un trágico accidente de tráfico, en la madrugada del día 2 de agosto de 1976, nos privó de una de las voces más representativas del tardo-franquismo, una cantautora como pocas ha tenido el panorama musical español.

Rememorando sus canciones, hay una que me impactó en su momento y que cada vez que la oigo me sigue sobrecogiendo. “Mi querida España”, cuya letra original fue censurada por el Régimen, cuando daba ya sus últimas bocanadas de vida.

Han pasado 40 años desde entonces y hoy, en el año 2016, escuchando por enésima vez esa canción, e interiorizando su letra, resulta que no hemos avanzado nada. Seguimos anclados en el egoísmo y la sinrazón de unos “políticos” más preocupados por ellos y su partido, que de los ciudadanos que les hemos votado, por cierto hace bien pocos días. Pues ya se han olvidado de sus promesas, de lo importante que somos los electores.

Si alguien no lo remedia, y yo no sé quién puede ser, dentro de unos días volveremos a votar, para la mayor vergüenza de un pueblo que forma parte de la Unión Europea. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a ceder ante estos “políticos”? Mi cuerda ya se ha tensado y creo que la de la mayoría de los españoles. Unas terceras elecciones en menos de un año, no solamente supone el mayor de los ridículos, que casi sería lo de menos, el desastre económico que acarreará será de una dimension, casi equiparable, a la de una crisis económica, como la que aún estamos padeciendo.
El egoísmo de nuestros “políticos”, me da igual que sean de derechas, izquierdas o de esos que han surgido de la nada, no tiene parangón en ninguna democracia moderna. Por cierto ¿saben que significa democracia? Efectivamente, el poder del pueblo y por el pueblo. En estos momentos recuerdo con una sonrisa el día que Felipe González ganó sus primeras elecciones. Nadie, absolutamente nadie, reconocía abiertamente haberle votado y sacó mayoría. Al final no fue ninguna tragedia. Pero hoy la sonrisa se me ha borrado de los labios cuando nadie reconoce haber votado a esta amalgama de partidos de extrema izquierda, que odian a España y sus gentes, pero aman su dinero, ningún cargo electo ha renunciado al sueldo.

Hoy Cecilia vuelve a cantar a esa España profunda que llena de odios y rencores, no consigue avanzar y dejar atrás el lastre de una época negra y triste.



¿Dónde están tus ojos, donde están tus manos, donde tu cabeza? Mi querida España, esa España mía, esa España nuestra.



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